Historia

En el 2006 comenzamos a promocionar los productos de 4 cadenas de artesanos en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en Pueblo Libre. Desde entonces hemos participado directa o indirectamente en la organización de diversas ferias artesanales en Cusco.

En el 2009 llevamos los productos de 2 líneas de artesanos a América del Norte y Europa. Hemos participado dos veces con artesanos peruanos en la feria de Milán, que congrega a más 4 millones de visitantes.

Desde el 2016 participamos de ferias en México y Estados Unidos. Hasta ahí fuimos articuladores directos de artesanos peruanos, hoy somos Pushka.

En nuestros viajes, Flavia, Sonia, Katty, Teófilo, Aurelio, Marino, Silvestre, entre otros, nos hablaron de sus hijos. Algunos están conduciendo un taxi, otros trabajan en minería y construcción o buscan diversos empleos, “más seguros y rentables”; todos, sin lugar a dudas, llevan en su sangre el arte popular peruano.

Hemos constatado con resignación la realidad de que en sus hogares se está perdiendo una tradición milenaria.

Hilda y Julia, sin embargo, fueron quienes nos contaron la historia que más llamó nuestra atención. Encontraron en una tienda en la calle Triunfo, a media cuadra de la Plaza de Armas de Cusco, un tejido hecho por sus propias manos y preguntaron su precio. Era seis veces el valor al que se lo habían comprado. Había que indagar, pero la realidad era evidente. Los comerciantes no tardaron en explicarle que si no pagan comisiones a los guías, no tienen cómo atraer a los clientes.

Habiendo participado de cerca en la realidad del negocio que gira en torno a los artesanos peruanos, hemos podido conocer sus dificultades. Los hemos acompañado a lo largo de varios años en su intento por salir adelante a punta de esfuerzo y dedicación.

Ellos elaboran productos de altísima calidad sin percibir el retorno en la misma proporción, puesto que se debe alimentar a una cadena de intermediarios que lejos de fortalecer este importante sector lo hacen cada vez menos competitivo.

Somos peruanos y nos interesa revertir esta situación. Es por ello que, en respuesta, Pushka, provee una logística completa y sin intermediarios, potenciando a los productores y brindando a los clientes la posibilidad de adquirir productos únicos a un precio justo, lo cual indudablemente aumentará el volumen de venta.

A partir de un concepto potente y un trabajo comunicacional dirigido a un público atractivo para el mercado artesanal, Pushka es capaz de alcanzar clientes objetivos en el momento y lugar precisos para que la compra sea productiva.

Por la actual coyuntura de la pandemia de Covid-19, hemos desarrollado a través de nuestro equipo de TICs, la plataforma virtual Pushka para así tener un potente canal de promoción y ventas que no dependa solamente del turismo receptivo. Además, ya estamos proyectando espacios físicos de venta que estarán ubicados en lugares estratégicos para que, a medida que se vayan reactivando los vuelos internacionales, los viajeros corporativos y turistas puedan adquirir los productos artesanales durante su estadía en nuestro país.

Con todo esto apuntamos a recuperar el trabajo ancestral de nuestros productores y valorizarlo al punto que lejos de desaparecer, sea elevado al nivel de prestigio que realmente merece.

Los artesanos cargan la energía ancestral de sus padres y los suyos, y no siempre logran dar de comer a sus hijos.